La igualdad laboral entre géneros es un debate social y político que está latente a la ciudadanía, siendo un principio básico de la Declaración Universal de Derechos Humanos que afecta a las personas como la sociedad a diferenciar entre la realidad y la legalidad.
Todo trabajador/a (independientemente del sexo) debe ser tratado por igual ante la ley, tiene que disponer de las mismas oportunidades, no tiene que ser discriminado ni asediado, como también tiene que poder vivir con autonomía y libertad. Los datos estadísticos y los indicadores muestran la desigualdad en base a la exclusión histórica de las mujeres, la relación de ellas con las tareas del hogar como con los hijos o las personas dependiente al cargo, la desviación salarial entre sexos, los prejuicios y estereotipos al deporte, como la violencia de género.
Los planes de igualdad a las empresas son vitales para equilibrar las oportunidades entre hombres y mujeres en la organización, los cuales tienen que incorporar:
- una buena gestión de la cultura corporativa
- una formación interna y/o continúa de los equipos
- una comunicación no sexista
- unas condiciones laborales y salariales por igual
- una selección y promoción equilibrada
- un ejercicio corresponsable del tiempo de trabajo
- una salud y prevención adecuada en cada caso
Hay que tener cuidado y poner fin a la desigualdad laboral en el trabajo puesto que el art. 28 del Estatus de los Trabajadores establece que “el empresario está obligado a pagar por la prestación de un trabajo ... y no se puede producir ninguna discriminación por motivo de sexo en ninguno de sus elementos o condiciones” o la persona afectada puede hacer una reclamación a la Inspección de Trabajo (o a la vía judicial) para reclamar sus derechos.
Los planes de igualdad a las empresas son vitales para equilibrar las oportunidades entre hombres y mujeres en la organización, los cuales tienen que incorporar:
- una buena gestión de la cultura corporativa
- una formación interna y/o continúa de los equipos
- una comunicación no sexista
- unas condiciones laborales y salariales por igual
- una selección y promoción equilibrada
- un ejercicio corresponsable del tiempo de trabajo
- una salud y prevención adecuada en cada caso
Hay que tener cuidado y poner fin a la desigualdad laboral en el trabajo puesto que el art. 28 del Estatus de los Trabajadores establece que “el empresario está obligado a pagar por la prestación de un trabajo ... y no se puede producir ninguna discriminación por motivo de sexo en ninguno de sus elementos o condiciones” o la persona afectada puede hacer una reclamación a la Inspección de Trabajo (o a la vía judicial) para reclamar sus derechos.