Cómo afecta y se gestiona la atención selectiva

 
Cómo afecta y se gestiona la atención selectiva
La atención selectiva está vinculada al desarrollo cognitivo de la persona e influye en nuestro día a día, al permitirnos filtrar la información que recibimos, la cual seleccionamos y respondemos según los propios intereses.
Estamos expuestos a una gran cantidad de información externa e interna, nos fijamos en una u otra según el momento y la necesidad. Podemos detectar cambios y escoger las actividades o los elementos que nos distraen, por la capacidad consciente de poner el foco de atención en un determinado estímulo. El cerebro esquematiza, ordena y prioriza el objetivo de la persona y procesa los datos coordinando los mecanismos de aprendizaje y la evolución de las competencias por: la memoria, la motivación, el autocontrol, la percepción y la capacidad de adaptación al entorno.
 
Los psicólogos mencionan que la información se recoge a corto plazo y mentalmente se transforma, en base a las características que se están buscando. Automáticamente se descartan los datos no relevantes, para evitar la saturación de la mente, y se centra la atención en el asunto que se busca o trabaja. La alteración de la atención está relacionada con la conducta por factores genéticos, por el sistema nervioso o por el entorno vital de la persona. Reforzar la selección en un asunto o en unas tareas determinadas potencia las experiencias como el conocimiento. A la vez que se desarrolla la orientación, la focalización, la concentración, la intensidad y la estabilidad. También se puede preparar la atención dividida para atender 2 o más tareas a la vez, o la atención sostenida para mantener una vigilancia durante un periodo de tiempo.
 
Mejorar y entrenar la atención aumenta el rendimiento y minimiza el agotamiento, al adquirir y permitir el control de los pensamientos.
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